Hábitos cotidianos saludables que aumentan tu barriga
En la sociedad moderna importa mucho la apariencia física, el estar en forma y tener todas las proporciones corporales ideales. Todos sabemos que lograr esto no es nada fácil. Lo más atractivo para nuestro paladar casi nunca serán los alimentos saludables, más bien serán la pizza, una rica hamburguesa, alimentos fritos, etc. Por esta razón deberás tener mucho autocontrol y determinación en llevar una vida sana.
Bien, dices tú que estás manteniendo una rutina saludable, todos los días comes verduras, frutas y nada de calorías y que aún así no baja la grasa de tu barriga. Esto se debe a que existen otros hábitos cotidianos que están causando el efecto contrario y no te has dado cuenta.
A continuación te expondré todas las razones probadas de este incremento de peso y puede que te identifiques con varias.
Tus duchas son demasiado rápidas
Te preguntarás, ¿Qué tiene esto que ver con mi grasa abdominal? A primera vista parece no poseer relación alguna pero tiene todo el sentido. Primeramente, las duchas además de ser una necesidad de todos los seres humanos para mantenernos limpios y saludables, nos ayudan a relajarnos después de un estresante día de trabajo.
Los expertos recomiendan que le des importancia a esos minutos de baño y pues entra dentro los hábitos cotidianos saludables. Esto te permitirá lograr un equilibrio en tu vida. De esa forma estarás disminuyendo el nivel de estrés de tu cuerpo, causante de la acumulación de grasa abdominal.
No le pones muchas ganas al ejercicio físico
No te sirve de nada comer mucha lechuga, brócoli o cualquier otro vegetal, si no lo llevas a la par del ejercicio físico. Una vez que se acumuló grasa en tu abdomen el remedio más eficaz para eliminarla es el de realizar una rutina diaria de ejercicios. Pues lamentablemente la lechuga no baja las calorías por sí sola.
¿Para qué sirven los vegetales entonces?
Muy sencillo, impiden que se acumulen nuevas grasas en tu barriga por lo que es el mejor aliado de una intensa rutina de ejercicios. Además, tienen altos valores nutricionales, le aportarán lo necesario a tu cuerpo, ni más ni menos.
Ambas cosas son buenas, pero si las juntas, obtendrás los resultados deseados. Hazlo y verás que el esfuerzo valió la pena.
Ingerir altas cantidades de proteínas
Es cierto que en un principio llevar una dieta rica en proteínas y pobre en carbohidratos se traducirá en una notable disminución del peso corporal. Pero estudios de expertos han comprobado que a largo plazo estas personas tienen un 90% de probabilidades de adquirir un 10% más de su peso.
Podemos concluir entonces que esta no es la vía más confiable para eliminar esa molesta barriga, por lo que no debes eliminarlo de tu lista de hábitos cotidianos saludables.
Optas siempre por verduras frescas
La gran mayoría de las verduras son alimentos ricos en fibra y nutrientes, y sumamente bajos en calorías. Por eso son los alimentos idóneos para incluir en la dieta diaria, pues suplirá la demanda de nutrientes de tu organismo. No tendrás la necesidad de comer constantemente, ya que te sentirás satisfecho por horas, y finalmente evitarás aumentar de peso.
Ahora, seguramente te parece que los alimentos frescos del mercado son más saludables y nutritivos que los enlatados o congelados. Si así pensabas, estás en un error, pues las verduras conservadas en el frío logran mantener el 95% de sus nutrientes. Mientras que las frescas las van perdiendo con el tiempo.
Es hora de cambiar algunas cosas y comenzar a aplicar estos consejos, ¿No crees? Ya verás que pronto notarás los resultados.
No comes frutos secos porque engordan
Los frutos secos están llenos de proteínas pero muchos de ellos están casi desprovistos de calorías. No habrá problema alguno en que los comas, al contrario te pueden ayudar con tu dieta. Pero como en todo, debes mantener un equilibrio y no olvidar los ejercicios.
Comes tres veces en el día
Los expertos aconsejan que se hagan al menos 5 comidas nutritivas al día. Esto consiste en ingerir pequeños suministros de alimentos nutritivos como vegetales y frutas. Esto no significa que las tres comidas no sean eficientes, pero entre una y otra es muy probable que tengas la necesidad de picar constantemente para saciar el hambre. Y esto conlleva a aumentar de peso.
Lo que tienes que hacer es establecer varias comidas al día con alimentos llenos de nutrientes y pocas calorías. De esta forma permanecerás satisfecho todo el tiempo y evitarás los antojos de dulces y alimentos grasos.
Este es uno de los más eficientes hábitos cotidianos saludables que te permitirán estar en forma y mantener tu peso corporal estable.
Bebes refrescos light
No siempre la respuesta está en lo obvio. Y por la misma razón la solución a tu problema tampoco estará en tomar bebidas o refrescos bajos en calorías, azúcares y grasas. Esto se debe a que muchas de esas bebidas, para suplir sabores y tratar de igualarlas a las originales, contienen otras sustancias que son poco asimiladas por nuestro sistema digestivo.
Por ejemplo, los refrescos dietéticos contienen aspartamo. Este es un edulcorante artificial que aumenta a altos niveles la glucosa en sangre. Como consecuencia el hígado no es capaz de asimilar toda esa cantidad y se termina acumulando como grasa alrededor de la cintura.
Estos refrescos no deben formar parte de tu lista de hábitos cotidianos saludables de ninguna manera.
Revisas tu peso diariamente
Estudios científicos han comprobado la ineficiencia de este hábito. El hecho de constatar todos los días el peso puede provocar impaciencia y depresión por no ver resultados inmediatos. Existen cosas que solo se logran a largo plazo y poco a poco.
No te engañes, no podrás bajar una buena cantidad de kilos todos los días, esto es un proceso. Prueba pesarte todos los inicios de semana a primera hora en ayunas. Esto será una evaluación más realista y consecuente.
El antiguo método podría provocar dos cosas: que abandones los ejercicios y la dieta por no ver resultados en el momento o bien podría provocar un exceso de estos. Ambas cosas son igual de malas para tu salud.
Lo mejor será que tomes las cosas con calma, no te pongas metas para mañana. Dale tiempo a tu cuerpo para que vaya eliminando poco a poco toda esa grasa y ponte una meta racional que seas capaz de llevar sin problemas.
Haz que este forme parte de uno de los hábitos cotidianos saludables de tu día a día. Notarás como tu vida cambia para mejor.